Es un libro cortito, se lee en un par de tardes, pero no es el típico libro que te llevas a la piscina, te puedes perder un poco, ya que hace saltos en el tiempo y te descoloca si no estás atento.
El libro está escrito en primera persona y esto es algo que me atrae mucho para conocer de primera mano los sentimientos del protagonista. Me gusta la forma de narrar que tiene, muy directo, muy sencillo, hace la lectura muy llevadera.
La protagonista (no sabemos el nombre) es una madre que acaba de dar a luz y recibe la noticia de la muerte del bebé, aunque ella tiene la certeza de que estaba sano y no ha podido morir. Luego se une a otras mujeres que han pasado por la misma experiencia y deciden denunciar el caso ante los medios de comunicación y ante los tribunales.
La verdad es que no cae en sentimentalismos, tiene acción , pasan cosas y te hace ponerte en la situación de estas madres y hacerte la pregunta de si es mejor irrumpir en la nueva vida del hijo o dejarlo estar. De hecho estas mujeres tienen diferentes opiniones sobre el tema y te hace dudar de lo que en un principio parece obvio.
Nuestra protagonista vive situaciones muy diversas a lo largo de la historia que provocan cambios muy importantes en su vida, pasa momentos tremendamente duros y otros más dulces en compañía de tres mujeres: Olivia (la abogada), Elvira (la enfermera) y Flor (su amiga).
Bueno, podéis imaginaros que me ha gustado leer esta obra pero la verdad es que el final me ha dejado un poco fría, no le veo el sentido, le ha restado encanto a la historia.
Lo mejor: Es un tema de actualidad en nuestro país, aunque la trama no se desarrolla en España.
Lo peor: El final, no cierra bien la historia.
Ahora, a puntuar. A pesar de este final que no me convence, le pongo un 7 porque la historia es muy bonita.
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